Roberto López nos enumera 10 motivos por los que amar las carreras por montaña. Y es que no hay nada más bonito que esa sensación de felicidad al hacer lo que más nos gusta
Para un recién llegado a este mundo de amar las carreras por montaña, y cualquiera que lleva poco más de un año lo hace, muchas de la cosas que rodean el mundo del trail resultan sorprendentes. Es como sumergirte en un mundo extraño, distinto, que navega paralelo al mundo de los vivos y en el que las cosas son muy diferentes a cualquier otro deporte.
Me gustaría hoy plasmar aquí lo que son, para mí, los 10 motivos por los que amar las carreras por montaña:
1- El dorsal
En cuanto te pones uno no existen diferencias entre corredores de montaña, ni cajones, sólo la diferencia que marca uno mismo a la hora de colocarse en la linea de meta y al igual que la muerte, que es igual para todos, participar en una carrera de montaña iguala a los mejores con los peores, a los buenos con los malos, a las mujeres con los hombres, siendo uno de esos pocos lugares en el que la igualdad es IGUALDAD con mayúsculas. En este sentido el trail avanzó más rápido que la mayoría de los deportes aunque aún queden muchas cosas por mejorar.
2- La solidaridad
Existen valores absolutos que rodean la idiosincrasia de este deporte y uno de ellos es la solidaridad. En las propias normas de las carreras, por si la propia esencia se despista, está escrito que debes ayudar al prójimo si está en dificultades y en mi experiencia he de decir que se cumple en el 99 por ciento de las ocasiones. Pude vivir momentos en los que incluso la victoria en una carrera queda de lado tras haber caídas y segundo y tercero ayudar al primero a recuperarse y llegar victorioso a la meta. ¿Conocéis algún deporte en el que pase esto? En eso incluso deportes hermanos como el running están a años luz.
3- La alegría
La alegría que rodea las carreras de montañas, personas que van a completar veinte, treinta, cuarenta o en algún caso ultras de montaña con desniveles de mil, dos mil o seis mil metros, y que los ves felices, contentos, siempre con una sonrisa, destilando buen rollo, amistad, abrazos, besos y cariño. Todo eso rodea este mundo de un aura místico difícil de explicar para el que no lo vive en primera persona.
4- La naturaleza
La naturaleza es algo único, y es un privilegio poder correr, andar, recorrer, fotografiar parajes que de otro modo jamás llegarías a ver. Este deporte te abre fronteras que harán que en cada carrera, en cada entrenamiento y en cada salida la comunicación con el medio se haga imprescindible.
5- Disfrutar
Disfrutar de lo que haces, sin importar muchas veces el resto de participantes, cada uno haciendo su carrera, disfrutándola a su manera, compartiéndolo a su modo, con el mundo o con uno mismo, haciendo que por unas horas olvides todo y te sumerjas en un mundo paralelo.
6- La conexión
Esa unión que se produce mentalmente con el medio que te rodea con pensamientos asociativos y disociativos y que provoca que muchos de nosotros dejemos nuestros problemas semanales, diarios, rutinarios colgados entre las ramas de los árboles o en el la última pisada de la más alta subida. La meditación que muchos practicamos en carrera, en los entrenamientos, en las salidas es fundamental para mantener nuestra mente siempre positiva.
7- La amistad
Que acaba haciendo que personas desconocidas acaben convertidas en grandes amigos y colegas, con los que compartir esos kilómetros de carrera, entrenamiento y cañas es lo más importante de la semana.
8- El tercer tiempo
Imprescindible. Y seguramente sin él este deporte jamás sería lo que es, las cañas y tapas después de cada entrenamiento, las comidas después de cada carrera por montaña, de cada salida, y todas esas conversaciones, esa vida social que te une y hace que te sientas realmente vivo, lejos de la vida virtual tan de moda en nuestros días. Comer, beber, el rollo de siempre…sin eso no sería trail.
9- El altruismo
La mayoría de las veces las carreras las organizan personas, amigos, compañeros, que se dejan el alma junto a los voluntarios para que todo salga lo mejor posible, la mayoría de las veces sólo a cambio de un bocadillo, una cerveza y lo más importante, un gracias, una sonrisa, el cariño de vosotros, corredores.
10- La diversidad de carreras por montaña
Si todos estos motivos no os han parecido suficientes, os daría el último. Es tal el abanico de carreras que existen y tantas las distancias y desniveles aptos para todos los públicos que hoy en día hasta mi abuela se podría apuntar a una andaina con cierto desnivel y DESCUBRIR este mundo único.