Os contamos cómo vivimos y disfrutamos **la Carrera x Montaña Sierra de Chiva en su modalidad “Máster” de 61k, con 2.700 m+.**

Llegamos a Chiva sobre las 20:00 del viernes 7 a la localidad de Chiva (Valencia)

Con mucha ilusión por ver qué tenía preparada la organización en la feria del corredor de esta Carrera x Montaña Sierra de Chiva. Recogimos el dorsal y con enorme alegría descubrí que nos premiaban sólo por participar con unas mallas Hoko dentro de la bolsa del corredor. Esto sólo auguraba un buen comienzo.

El día de la carrera comenzó a las 5:30 de la mañana cuando la alarma empezó a llamar mi atención al grito de:

¡Gonzalo, a correr!

La noche la pasé con mucho nerviosismo, pero con ganas de que llegara la hora de tomar salida. Desayuné un pequeño picnic que nos preparó el hotel la noche anterior, junto con algunos alimentos que llevé preparados. Lo típico: fruta, arroz, algo de bollería y algo de proteína. A las 6 de la mañana dejamos el hotel, al mismo tiempo que salía otra corredora (luego os diré quién era y yo sin saberlo, en ese momento, así soy….). Ahora sí que sentía que la tensión iba en aumento.

Llegamos a la plaza Gil Escartí sobre las 6:30, repleto de gente con cara de felicidad, pero donde se respiraba en el ambiente nerviosismo, incertidumbre, duda, intriga, etc.. Los pensamientos que más se oían eran los de “¿llegaré a meta?, ¿cumpliré el objetivo para el que he estado entrenando tanto y tantas horas de esfuerzo, dedicación y entrega? ¿me ganará ese? ¿haré podio?” y un largo etcétera de pensamientos similares.

Un minuto de silencio en honor a Carmen Guzman.

Una mujer de Chiva que, según se hizo bien saber, debió de ser una maravillosa persona que desgraciadamente no logró vencer la batalla contra esa enfermedad que tantas y tantas ilusiones se está llevando detrás. Desde Trail Running España mandamos un fuerte abrazo a Carmen allá donde esté y que estoy seguro estará recibiendo. Desear también mucho ánimo a la familia y amigos, que debieron de ser muy afortunados con su compañía.

La mañana estaba fresca pero se presentía que íbamos a gozar de un día espléndido (y así fue).

Tras el duelo por Carmen, la Carrera x Montaña Sierra de Chivadio por fin comienzo a las 07.01 de la mañana. La salida fue excesivamente rápida (ni podéis imaginar cómo salió la cabeza de carrera y eso que no regalaban nada….), así que si queríamos asentarnos en una buena posición tocaba salir fuerte (¡qué remedio!).

Problemas con el GPS…..

Nada más salir, empecé a notar que el GPS del reloj no marcaba el ritmo correctamente (era imposible que saliendo tan rápido fuese a ritmos por debajo de 10’/km).

¿El motivo?, cambié unos días antes los parámetros de la precisión del GPS del reloj para que me durara más la batería. No obstante, la culpa siempre siempre siempre es de la tecnología y en este caso el dichoso reloj no funcionaba (¡y es así y punto!). ¿Moraleja?, la de siempre, no hay que probar nada en carrera que no hayas probado anteriormente en entrenamiento (y no será porque no me lo repito veces). Conclusión, me esperaban 61 Km por delante, sin tener ni pajolera idea de los kms que llevaría durante el transcurso de la carrera. Hurra por el puñetero reloj, la guerra que me iba a dar durante toda la carrera (insisto que la culpa fue suya y sólo suya, yo me limité a pulsar el botón de “Inicio”).

Comenzó a amanecer como 45 minutos después de dar la salida, a eso de las 7:45 con un paisaje digno de contemplar.

Poco antes me adelantó la primera mujer, ¿sabéis quién era?, la mujer que vi por la mañana justo al salir del hotel. En ese momento pensé “¡madre mía cómo va, debe de ser de las buenas¡.

La primera subida me noté que iba con fuerza y con sensaciones muy favorables.

No obstante, quedaban muchos kms por delante y había que dosificar. Durante los primeros kms conocí a un corredor muy agradable y comencé a charlar con él de distintas carreras (era todo un experto en ultradistancia, tanto en número de carreras como finisher como de posiciones). Seguimos corriendo y finalmente, se quedó a esperar a su hermano (estaban en la modalidad por parejas), así que yo seguí a mi marcheta.

La carrera continuó con total tranquilidad durante los primeros kms, con un par de subidas y bajadas relativamente cortas. Las bajadas en pista forestal de esas de puedes correr, pero como te vengas muy arriba, prepárate. Decidí contenerme y dejar que me pasaran en la bajada, sabía que en la subida los pasaría (y así fué).

La carrera se empezó a poner seria a partir del km 25 aproximadamente cuando el desnivel empezaba de verdad. El primer ascenso se subía por la zona de la cueva de Charnera con unas vistas espectaculares.

Tras coronar la primera subida fuerte del día, tocaba bajada, donde, para mi sorpresa me encontré con unas señoras disfrazadas de Papá Noel tremendamente agradables que me ofrecieron un caldito de abuela y claro, ¿quién podría resistirse?. Me sentó de maravilla y me dió una vitalidad enorme para afrontar la segunda subida fuerte del día. Tras abrir bastones y liarme a subir sin prisa pero sin pausa, llegué al observatorio de vigilancia forestal (km 35).

Y cómo no, tocaba otra vez bajar.

Posteriormente, la penúltima subida que aunque no fuese excesivamente dura, la comenzabas en el km 41 y claro, llevábamos en las piernas ya completada una maratón. Pero mente fría y….a subir hasta el Alto de la Cazoleta. Después, unos kms de bajada llevadera y algo de llano, “¡qué bien! (pensé en ese momento…). ¿La realidad?, fueron realmente duros tantos kms en bajada y luego llano, no lograba conseguir mantener el ritmo. Sin embargo, luego comprobé que hice el tramo del 35 al 50 a un ritmo más rápido que el primero (sigo sin explicármelo).

Por fin, llegué a la última subida con ganas de alcanzar la cima de la última ascensión, para encarar hacia meta. La última subida, es simplemente MORTAL. Por suerte es corta, pero desde luego no sabía que para hacer trail también fuese necesario escalar, así que saqué los pies de gato y a escalar (es broma, no los saqué, pero porque no los llevaba jaja). Unas rampas con gran porcentaje que hacían acordarte pero bien de los más de 50 km que llevábamos ya en las piernas.

Y por fín, bajada y……META!. Final de esta Carrera x Montaña Sierra de Chiva

Estábamos en la meta y eso era lo más importante. Al llegar a meta, me encontré al corredor que salí los primeros kms (ese que se esperó a su hermano) y tras felicitarme por llegar a meta, me comentó que se había tenido que retirar por una enorme pájara en el km 40. Si me lees, ¡¡mucho ánimo para la siguiente!!.

La ganadora, ¿sabéis quién era (os he tenido en vilo jeje)?, nada más y nada menos que Silvia Trigueros Garrote. Enorme corredora que cuenta en su palmarés con victorias en carreras de poca importancia como Ehunmilak (x2) o Tor des Géants y con un podio en la Vibram Hong Kong. Y claro, ahora puede decir que cuenta también en su palmarés con otras de enorme importancia como la carrera por montaña Sierra de Chiva.