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Trail Running España

Desafío Calar Río Mundo (2019)

19/05/2019
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Floren Camacho nos escribe para contarnos su experiencia en la maravillosa prueba de montaña Desafío Calar del Río Mundo en su modalidad de 45K y 2.500 m de desnivel positivo. La prueba tuvo lugar el 4 de mayo de 2019 en Riopar (Albacete).

La salida del Desafío Calar del Río Mundo 45K

A las 9:00 h daba la salida el Desafío Calar del Río Mundo 45K y desde el primer momento se vislumbró que la carrera iba a ser rápida. Ya en el primer km (a ritmo inferior a 4’/km) se formaron 2 grupos de corredores: el primero de ellos estaba formado por Iván Sáiz (Ekuon), Pepe Llinares (C.A.Sollana), Francisco Macia (Fransrunners) e Ignacio Salcedo. El segundo grupo estaba formado por Adrián Santos (Ekuon), Floren Camacho (Ekuon) y Miguel Ángel de Aquino (HCB).

Capítulo 1. La caseta de los pastores y los chorros

Primera subidita (150 m+) y el primer calentón del dia. Ritmo muy rápido para ser una maratón exigente. Bajada y se llega a la aldea de Casa de la Noguera en el km 4’5 donde el grupo de cabeza sacaba 1’ al grupo perseguidor. Empieza la subida a la Caseta de los Pastores, subida de 2’5k y 500+, así para abrir boca y poner las piernas en su sitio. El ritmo no decrece.

En el grupo perseguidor vamos tirados por Adrián, que sube fuerte, más de lo que a mí me gusta para ser el inicio de la carrera, pero no hay que dejar que se vaya el grupo de cabeza. El grupo de cabeza sube compacto y hace cumbre (km. 8) a los 50’ de carrera. El segundo grupo llega arriba unos 2’ más tarde.

Según el segmento de Strava, el grupo 1º hace la subida en 25’35’’ y el 2º grupo en 27’20’’, casí nada el ritmete.

Floren Camacho subiendo
Floren Camacho en el Desafío Calar del Río Mundo 45K

Comienza la bajada hacia los Chorros del Río Mundo.

Con 2km y 400- por una senda preciosa, entre bosque que regenera cuerpo y alma, a ritmo alegre pero no de locos. Desde el parking de los Chorros se va subiendo poco a poco pero sin dejar de hacerlo por una senda y luego por pista fácil de correr. En este punto Adrián sigue con su ritmo perseguidor y alcanzamos a Ignacio Salcedo que se ha descolgado del grupo de cabeza. Al llegar a la carretera (este año no se cruza) tomamos una senda en descenso suave hasta un túnel subterráneo para cruzar la carretera en dirección al campamento.

En este punto de carrera formamos un trío Adrián, Ignacio y yo. El otro corredor que iba con nosotros se queda descolgado en el tramo final de pista. Al cruzar la carretera hay una pequeña subida de 150+ en 800m en la que Adrián e Ignacio comienzan a darse hachazos sin venir a cuento, arreón tras arreón. Yo voy detrás sufriendo y aguantando el ritmo, con la cabeza pensando en que este ritmo nos va a pasar factura en la última parte de la carrera.

Llegamos al Campamento de San Juan.

Km. 15’5 de carrera en 1h28’ y con 900+ acumulados ya en las piernas. Se mantiene la distancia de 2’ con el grupo de cabeza que ya solo está formado por Francisco Macia, Iván Sáiz y Pepe Llinares. En el avituallamiento recargamos agua rápidamente y salimos los 3 rumbo a la subida que marcará un punto de inflexión para el resto de la carrera.

Capítulo 2. El padroncillo mata

Al salir del campamento cogemos una senda en subida y luego una pista para enlazar con la trocha de subida hasta la cumbre. Empieza la fiesta, subida al Padroncillo: 1km. de distancia y 400+, una trocha durísima con zonas de trepar/escalar que no da descanso en ningún momento y que exige al máximo. Adrián Santos vuelve a poner un ritmo durísimo de subida y al poco tiempo nos damos cuenta que llevamos detrás al grupo de cabeza. ¡Sorpresa! Se habían pasado el desvío en la pista y han perdido la distancia que nos llevaban. Poco a poco vamos subiendo todos, como locos, los nervios por el error de los primeros, y los segundos por vernos en cabeza de carrera.

Es una subida que te exige todo.

Cada paso es muy duro de dar y no puedes parar a descansar en ningún momento. Así y con todo, a falta de 200m para coronar, los grupos se disgregan y cada uno llega arriba como puede. Corona el Padróncillo (km. 18 de carrera y 1300+ acumulados) Adrián Santos en primer lugar con 2h justas, 2º Ignacio Salcedo, 3º Iván Saíz, 4º Pepe Llinares, 5º Francisco Macía y 6º yo. Entre el 1º y el 6º hay 1’15’’ de diferencia, va todo muy justo.

Según los datos del segmento de Strava, Iván Saíz ha hecho la subida en 19’36’’ (récord) y yo que he sido el más lento de los 6 que íbamos en cabeza, en 21’18’’. Esta subida nos pasará factura a todos, y no me equivoco…. a todos.

Una vez arriba comienza un peligroso cresteo en descenso lleno de rocas colocadas de la mejor forma posible para crear un campo de esguinces, caídas y demás problemas físicos. Adrián Santos e Iván Sáiz se han tirado como locos para abajo, seguidos por Pepe Llinares, un poco detrás Ignacio Salcedo, y tras él Francisco Macia y yo. Es en este punto donde me doy cuenta de que voy con las piernas destrozadas, sabía que el ritmo de carrera iba a pasar factura pero no pensaba que iba a empezar a notarlo tan pronto. Decido bajar un poco el ritmo y recuperar para lo que queda.

Llego de nuevo al Campamento de San Juan (km 22’6).

Poco detrás de Ignacio Salcedo, que hace un avituallamiento muy rápido, entro yo que decido parar, comer algo y recargar agua. Francisco Macia ha aflojado el ritmo y no nos sigue. Salgo del avituallamiento y voy destrozado, no me van las piernas y me noto fatigadísimo. Voy 5º pero las sensaciones son de no poder más, si sigo así va a ser una auténtica odisea llegar  a meta. Hay una zona de pequeñas subidas y bajadas en las que las piernas no me responden, son dos tabiques que no puedo mover.

Luego viene una zona fácil, en descenso, de correr mucho hasta la carretera que hay que cruzar para comenzar la subida a Riópar Viejo. Aquí me pilla Francisco Macia y nos miramos, ni hablamos, la cara lo dice todo, pero él va mejor que yo, ha sido más inteligente y ha regulado. Así que él sube trotando el camino y yo detrás haciendo lo que puedo por seguirlo, muerto en vida. Para llegar a Riópar Viejo hay que ascender unos 150+ en 1km, fáciles, pero que se convierten en un penar total, el sol ya cae a plomo y las piernas van hechas calderilla. Es el km 28 de carrera.

Avituallamiento de Riopar Viejo

Avituallamiento de Riopar VIejo
Avituallamiento de Riopar VIejo

El 1º en llegar al avituallamiento de Riopar Viejo es Adrián Santos (Ekuon) en 2h54’, seguido de Iván Sáiz (Ekuon) a 2’, 3º Ignacio Salcedo escasos segundos detrás, 4º Francisco Macia en 2h57’ y 5º Floren Camacho (Ekuon) en 2h58’. En 4’ estábamos los 5 primeros de la carrera y todos queríamos ganarla, ahora solo quedaba saber si explotaríamos todos y como de grande sería la onda expansiva. Destacar en este punto el abandono de Pepe Llinares (C.A. Sollana), subcampeón de esta carrera en la edición del 2018 y que no pudo seguir debido al esfuerzo realizado hasta el momento. Según los que allí estaban viéndonos, las caras que llevábamos todos eran de ir destrozados físicamente, no había ninguno que llevase pinta de ir mejor que los demás, todo lo contrario, era un paso de cadáveres. Por detrás, ya había distancia suficiente con los demás participantes.

A nivel personal, llegué a aquí muerto no, lo siguiente.

Con la cabeza en otro sitio, pensando en retirarme. Las piernas no me llevaban, el estómago empezaba a cerrarse y no conseguía encontrar mi ritmo de carrera. No estaba disfrutando, todo lo contrario, llevaba un tiempo padeciendo y no me gustar correr así. Pero, cuando te espera la familia y los compañeros de equipo que allí estaban te motivan, no queda otra que apretar los dientes y seguir.

Puntualizar que por motivación de los compañeros se entiende lo siguiente: “sigue cabronazo si vas de puta madre”, “los demás llevan peor cara que tú, van muertos”, “Adri va vomitando”, “sigue y no seas mierda que ya no queda casi nada” , “venga desgraciado corre y no te pares tanto” e insultos varios que es mejor no contar.

Pues con todo esto me paro en el avituallamiento, como algo, me lavo la cara y me echo agua por encima para espabilarme mientras los compañeros me rellenan los softflask. Salen trotando conmigo Rodol y Bruno y voy en modo “no sé ni donde estoy”… destino las Almenaras.

Cresteo del Padroncillo
Cresteo del Padroncillo

Capítulo 3. El interminable cresteo de las Almenaras

Desde Riópar Viejo al siguiente punto de avitullamiento al bajar de la Almenara hay casi 9km y 900+, con el sol pegando de lo lindo, por lo que yo tenía previsto salir con 3 softflask con 1 litro de agua cargado (2 de 250ml y 1 de 500ml), pero como los compañeros me quieren tanto y son así de graciosos, en el avituallamiento han decido quitarme uno de los softflask para aligerar peso, así que solo llevo dos. Voy a pasar sed (y la pasé).

La bajada de Riópar Viejo y la siguiente zona de pista la paso corriendo a ritmo para encontrar sensaciones y con la cabeza puesta en si moriré en la subida o en el cresteo posterior. Pero cosas de la vida, y sin saber ni como, de repente empiezo a encontrarme bien al llegar al inicio de la subida (km. 30’5), así que empiezo a subir trotando y las piernas parecen otras, me responden. Así poco a poco, despacio pero sin pausa, voy haciendo la larga ascensión.

De pronto y a mitad de subida (km. 33), veo que llevo delante a mi compañero Iván Sáiz, al cual pillo y paso, lo veo con mala cara, y le ánimo a que me siga pero dice que no va. Estoy haciendo la subida de forma inteligente, sin ningún arreón, andando a ritmo constante sin pararme pero sin apretar en ningún momento. Cada vez la pendiente es mayor.

La Almenara
La Almenara

La Almenarilla

El último tramo antes de llegar a la Almenarilla es bastante duro y ya las piernas van como van. A lo  lejos veo que llevo delante a mi compañero Adrián Santos, y tomo referencias, unos 5’ de ventaja, entre él y yo no hay nadie. Hasta la Almenarilla la subida es de 4km. con 600+. Una vez aquí comienza la fiesta del cresteo de las Almenaras, 2’5km. de piedra, toboganes infernales, trepadas y descensos con una última subida al punto geódésico del pico Almenara de casi 200+ por una zona en la que es imposible dar una zancada. Sólo el hecho de andar ya es duro, cuesta seguir las balizas y hay que ir con mucha seguridad para no caerse ni sufrir una torcedura.

A lo  lejos veo que llevo delante a mi compañero Adrián Santos.

Tomo referencias, unos 5’ de ventaja, entre él y yo no hay nadie. Hasta la Almenarilla la subida es de 4km. con 600+. Una vez aquí comienza la fiesta del cresteo de las Almenaras, 2’5km. de piedra, toboganes infernales, trepadas y descensos con una última subida al punto geódésico del pico Almenara de casi 200+ por una zona en la que es imposible dar una zancada. Sólo el hecho de andar ya es duro, cuesta seguir las balizas y hay que ir con mucha seguridad para no caerse ni sufrir una torcedura. Se hace interminable, cuando parece que estás acabando viene otra zona más, y luego otra. No veo a nadie por delante a una distancia cercana y tampoco por detrás. Iván se ha quedado definitivamente y Adrián me saca una ventaja considerable imposible de recuperar.

La Almenara

Según el segmento de Strava, la ascensión total desde abajo hasta el punto geodésico de la Almenara (1792m) hay 5’53km. y hay unos 900+. El más rápido es Francisco Macia con 1h03’49’’, seguido de Ignacio Salcedo con 1h05’51’’, Adrián Santos la hace en 1h8’26’’ y yo en 1h10’34’’. A mi parecer, esta subida ha sido la que ha decidido la carrera, pero todo venía de atrás. Francisco Macia fue el más listo en la zona del Padroncillo hasta Riopar Viejo, bajando un poco ritmo y recuperando para llegar fresco a la subida final. A los demás, nos ha pasado factura, a unos más que a otros.

La bajada de la cima es muy difícil, muy vertical y peligrosa, se llega a una pista en la que está el último avituallamiento. Es el km. 36’7 de carrera y las posiciones son las siguientes: 1º Francisco Macia con 4h20’, 2º Ignacio Salcedo a 1’, 3º Adrián Santos a 2’, 4º Floren Camacho, 5º Francisco Mendoza y 6º Iván Sáiz. Los 3 primeros en poco más de 2’.

Adrián Santos - Ekuon - El Conchel
Adrián Santos en el Desafío Calar del Río Mundo 45K

Desde el inicio de la senda hasta la meta quedan 9’5km. en los que se puede correr mucho. Se puede correr si llevas piernas, porque si no…se hace eterna. Además, hay un pequeño repecho a mitad de bajada y varias zonas de toboganes y un llano de pista horrible.  Adrián Santos da el último arreón y consigue adelantar a Ignacio Salcedo en esa zona llana de pista y dejarlo atrás. Por mi parte, bajé a buen ritmo, pero controlando por si había que apretar si alguien me cogía por detrás.

Resumen Desafío Calar del Río Mundo 45K

Según el segmento de Strava, 9’96km y 850-, el más rápido es Adrián Santos con 48’55’’ (record), 2º Floren Camacho con 50’33’’, 3º Francisco Macia con 50’49’’ y 4º Ignacio Salcedo con 51’43’’.

La clasificación en la llegada a meta lo dice todo, una carrera muy disputada por parte de los 3 primeros clasificados, entrando en 2’50’’ de diferencia.

Datos de carrera según mi Suunto  Ambit3 Peak: 46’94km, 2588+ y 2585-.

Resultados Ekuon-El Conchel en el Desafío Calar del Río Mundo 45K

  • 2º Adrián Santos: 5h06’49’’.
  • 4º. Floren Camacho: 5h15’19’’.
  • 6º. Iván Sáiz: 5h29’07’’.

¡¡NO SEREMOS LOS MEJORES, PERO ENTRE TODOS SOMOS LOS MÁS MOLONES!!

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