Nuestra amiga Irene de Haro compañera de Trail Running España comparte el siguiente texto que bien podríamos llamar «YouTube es más que YouTube».¿Qué opinión tenéis de YouTube? ¿Qué uso le dais a YouTube?

La imagen puede contener: una persona, sonriendo, montaÃ±a, cielo, exterior y naturaleza — Irene de Haro

Nuestro canal de YouTube lo parió Pablo hace dos años. Con la Euráfrica del 2017.

A tu marido le ha salido una cámara en la mano, me decían, de broma, y con un poco de sorna también. No lo vamos a negar. Como no fue algo anunciado, sino algo que se había ido macerando en su cabeza, yo misma también sentí sorpresa ante lo que suponía e implemento de la cámara. Y una cierta incomodidad, claro.

Pero siempre procuro tener elementos de juicio antes de emitirlos. Yo dejé a Pablo hacer. Que grabara. Que editara. Había pasado un tiempo de una cierta tristeza por distintos motivos, y en aquel momento, al calor de sus imágenes, sus ojos estaban más resplandecientes. Nunca hubo por mi parte una pregunta directamente formulada. Nunca hubo un , “Pablo, ¿qué es esto de los vídeos de YouTube?”. Solo hubo un dejar pasar el tiempo y constatar que con aquella tarea, él era más feliz, que se sentía más realizado. Él crecía. Y, bueno, a mí que me digan quién no quiere ver más feliz, quién no quiere ver crecer a la persona a la que ama…

Así, cuando pasaron algunos meses, y tras muchas conversaciones en las que él iba desbrozándome su sueño (a las personas no se les puede someter a un tercer grado sobre sus deseos: sólo obsérvalas y toma nota de cada gota de felicidad segregada en el detalle de su hacer), en el encaje de las piezas, poco a poco, reconocí que todo eso que hacía era muy importante para él. Porque le hacía mejorar. Porque le hacía creativo. Porque encontraba ahí su voz.

Además, dado que el trail era el leit motiv constante de los vídeos, y salíamos tan a menudo juntos a entrenar, mi presencia fue una incursión natural y casi inevitable. Por el simple hecho de que yo andaba por allí cuando él grababa. Y entendí que aquello de grabar imágenes, en el fondo, se parecía mucho, mucho a eso a lo que me dedicaba yo con lo de escribir artículos. No es más que hacer extensiva una experiencia. No es más que fijarla en un formato. Darle coherencia, y contarla. Para los demás. Para que los demás la gocen tanto como uno mismo lo hacemos.

Poco a poco, Pablo me dio voz y sitio en el canal.

Generosamente, de ese modo suyo tan habitual en él. Y me abrió un hueco, para que yo escogiera cómo quería estar allí. Para crear un nuevo hilo que, unido a otros tantos, nos permitiera tejer el apasionante manto al que llamamos vida.

Así pues, cuando escucho los juicios que personas más o menos de mi edad y generación hacen sobre YouTube (ese nido de capullos niñatos que juegan a videojuegos o hacen barbaridades sin sentido que se vuelven virales), de nuevo me toca reflexionar sobre el prejuicio. Y cuando hablas del tema con gente cercana, y se te espantan, como si tú te estuvieras dedicando a airear tu vida en las imágenes que muestras, también pongo mis dedos en la barbilla, en ese gesto tan mío que indica que reflexiono y que intento no soltar lo que pienso de primeras, no hasta haber pensado un poco y haber tomado en consideración todos mis argumentos para proferir mi idea.

Así, por el hecho de sentir que Pablo y yo somos unos incomprendidos en algunos círculos, voy a atreverme a mostrar qué me lleva a mí a estar en YouTube. Qué quiero, qué valor tiene para mí y por qué me gusta tanto ver a otros en este océano de información en el que es importante saber escoger.

YouTube es una plataforma. Y da voz. El grado en que sea interesante lo que se cuenta, es responsabilidad total y absoluta del creador.

YouTube facilita el uso de una serie de recursos complejos que permiten la expresión. Vídeos sencillos, vídeos hueros, vídeos absurdos, conviven con vídeos de contenido muy sesudo y con verdaderas obras de arte cuyos creadores, sin este cauce, nunca habría podido aprovechar un trampolín que les dé oportunidades.

Hay canales en los que personas interesantes toman la iniciativa. Y te cuentan cosas que te interesan. Sobre su actividad. Sobre sus experiencias. Sobre su forma de pensar… Y siempre es personal. Pero no tiene por qué ser íntimo. De hecho, nuestros vídeos son siempre personales, y a veces son íntimos también, pero la línea sensata de lo que corresponde no solo existe, sino que las tripas son la alarma que te impide que el discurso pase a lo que no quieres contar. Los espectadores no son amigos. Pero con ellos se comparte sinceramente una mirada acerca del mundo. Y eso es importante.

Este deporte que se llama trail cuenta con creadores que nos regalan sus experiencias a través de YouTube.

Así, yo nunca habría considerado vivir la maravilla que encontré en Soria, si nuestro amigo Elio no hubiera mostrado en sus vídeos cómo fue para él su Desafío Urbión. Ni habría metido en calendario Desafío Somiedo para el próximo año, si Javier Ordieres no me hubiera mostrado junto a Paula su experiencia allí.

Yo no me habría planteado qué de importante es el uso de bastones siJuanMaría Jiménez no me hubiera mostrado con generosidad sus lecciones al respecto; ni habría vivido la salida de los mundiales de trail en Penyagolosa si Jorge no se hubiera presentado allí, móvil en mano, para conectarnos en directo con el evento. Son muchos (Richard, con su Trail por el jardín; Giulio, con sus aventuras brutales por carreras salvajes; Luissao, con sus retos, con su arte para reflexionar y poner el punto sobre las íes cuando aborda un tema, Ángel de RT3, con sus eternos directos, Leonardo Mourglia, con su experiencia allende los mares; Morcu, con sus consejos sobre nutrición…), aquellos que me aportan a través de sus voces y de sus experiencias un extra de vida. Como si yo hubiera podido multiplicar exponencialmente lo que el mundo me ofrece y hacerlo mío a través de sus ojos. Porque lo que yo vivo, lo quiero vivir yo. Qué coño. Nadie por mí. Pero oye, lo que no vivo… quiero que esté presente de algún modo y quiero que se dibuje en mi horizonte. Para que yo quiera querer hacer esas cosas que he visto a través de sus retinas. Para que yo quiera saberlo y testarlo de algún modo a través de sus filtros. Y, finalmente, para que yo quiera vivirlo.

Así YouTube es más que YouTube.

Cabe todo en YouTube. Cosas chungas y de la vida, todo depende de la voz del personaje. He descubierto muchas cosas recorriendo las voces de personas que vierten allí su inspiración para contar su parcela del mundo. A lo mejor merece la pena escuchar. Y, humildemente, también contar.

En el siguiente vídeo Pablo Castillo (Neorider) e Irene de Haro, nos hablan al respecto de lo que para ellos es YouTube. No tiene desperdicio.