Maite Rojo entrenadora de Nomads Sports y corredora de ultradistancia nos escribe este artículo de cómo afrontar las carreras desde el lado de la psicología y la capacidad mental. A lo largo del artículos nos plantea una serie de condicionantes, ejemplos y algunos consejos finales para afrontar las carreras con la capacidad más proactiva posible

La mente juega un papel vital en la carrera

No es por casualidad que la expresión latina más repetida durante siglos sea: «Mens sana in corpore sano» ”mente sana en cuerpo sano” Ya lo decían tanto los romanos como los griegos, una parte va unida a la otra, de hecho cuanto más larga la carrera más importancia tiene el rol de la mente.

Por poner varios ejemplos, Scott Jurek en el año 2000 corriendo “Western States” mete el pie en un agujero de tierra , se rompe el tobillo en el kilómetro 71 y no solo termina la carrera sino que la gana. Lizzie Hawker en 2012 corrió Run Rabbit run y tras solo 10 kms se cae sobre una rodilla y se le inflama de tal forma que le hace vomitar varias veces debido al dolor, aún así termina una carrera de 100 millas y por supuesto la gana. Pero quizás el ejemplo más conocido sea el de Kilian Jornet que ganó en 2017 Hardrock 100 (por cuarta vez consecutiva) corriendo 139 kilómetros con un hombro dislocado.

¿Superhumanos?

Igual creemos que están hechos de otra pasta, y que nosotros pobres humanos jamás podríamos llegar a esos niveles.
No quiero entrar a evaluar si está bien, o si está mal hacer algo así, o si es una barbaridad. Pero al Cesar lo que es del Cesar, saber soportar dolor no solo ayuda en el deporte sino en la vida cotidiana.

Cada corredor puede dar trucos personales, aunque hay técnicas milenarias como los tipos de respiración en Yoga, o en meditación Zen. Incluso Timothy Olson habla sobre el mindfulness. Por supuesto que resolver situaciones al límite, se pueden entrenar y viene de la experiencia no sólo de competir, sino de conocerse a uno mismo.

Algunos consejos pueden ser…

Siempre ser positivos, no decir nada negativo en contra de uno mismo, sino procurar tener esa conversación a nivel personal en la que nos damos palmaditas en la espalda porque simplemente nos lo merecemos.
El crearse retos paso a paso, metro a metro, de nada sirve pensar cuantos kilómetros nos quedan por delante, sino sólo el siguiente paso que debemos seguir.
Visualizar y pensar lo que tenemos que hacer para lograr nuestros objetivos. Hacerse preguntas para chequear que nuestro cuerpo va bien, que nos hemos hidratado y hemos comido son buenos métodos a seguir.
Intentar solucionar problemas en vez de estresarnos porque no está saliendo como queríamos. Si no hay nada que hacer, asumir el momento presente y si podemos mejorarlo, pues adelante. Esto puede ser posible con volver a chequear los puntos anteriores: ser positivo, comer, beber, hacer una parada si tengo un problema con el calzado, cantar, reír, respirar, o cualquier tipo de mantra o frase que os ayude a continuar.