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Riaño Trail Run (2022)

Competición por etapas en la localidad leonesa de Riaño, en la que Trail Running España estuvo presente para vivirla y poder compartirla con vosotros. En este 2022 la prueba se realizó los días del 10 al 12 de junio y cubrió un total de 81,3 kilómetros y 6.156 metros de desnivel positivo.

Riaño (León)

La localidad leonesa de Riaño es un municipio y localidad situada en la vertiente sur de la cordillera Cantábrica y a escasos kilómetros del Parque Nacional de Picos de Europa. Cuenta con una población de 471 habitantes (INE, 2021) y se sitúa a 1.130 msnm.

Riaño (Fuente: aytoriano.es)

Si por algo destaca esta localidad es, además de por su orografía, por su famoso embalse homónimo, que según hemos podido leer, contiene bajo las aguas del río Esla el antiguo pueblo de Riaño, habiéndose relocalizado el actual en sus orillas en el año 1980 en el paraje de Valcayo. Entre sus edificios emblemáticos, destacan la iglesia románica de San Martín de Pedrosa del Rey (trasladada para evitar su desaparición a causa de la la construcción del embalse) o la iglesia de Nuestra Señora del Rosario. Pero a lo que naturaleza se refiere, enmarcar sus montañas enclavadas en el Parque Regional de la Montaña de Riaño y Manpodre.

La previa

La aventura comenzó el jueves 9 de junio con cerca de 6 horas de viaje desde nuestro origen. Llegamos a la localidad de Riaño a media tarde y acudimos al camping en primer lugar a recoger el dorsal y a localizar la tienda, en la que tantos ratos de dolor de piernas nos esperarían. Primer briefing del día, cena y a dormir para coger fuerzas para la que sería la etapa más dura de las 3 jornadas.

Primera noche en el camping donde las primeras horas la pasaríamos a una temperatura agradable, pero que conforme iban pasando las horas, el mercurio iría bajando a un ritmo más rápido del esperado (y del previsto con el material nocturno que preparamos). Tras pasar la noche (más fresca de lo esperado, especialmente por la humedad del embalse aledaño) nos despertamos con ese cosquilleo característico que todos sufrimos momentos antes de las carreras. Pero, como siempre, ansiosos de comenzar la aventura.

Etapa 1 (38K & 3.081mD+). Caín – Oseja de Sajambre (Picos de Europa)

Salida

Para la primera etapa, Dani Sanabria, periodista deportivo especializado en trail running (colaborador del podcast Ingrávidos de radio Marca) tuvo la amabilidad de acercarnos en coche hasta Caín de Valdeón ubicado en el PN Picos de Europa e inicio de la archiconocida Ruta del Cares. Aquí se daría el pistoletazo a esta aventura (o más bien “locura”), bajo el micrófono de Pepe Yepes (@pepe_yepes_speaker). Por delante 38 kilómetros y 3.081 metros de desnivel positivo (datos oficiales).

Canal de Mesones (6K & 1.500mD+)

Dejado el pueblo atrás, tomamos la senda que nos dejaría al inicio de la Canal de Mesones. Por delante tendríamos 6 kilómetros con un desnivel positivo total de 1500 m que nos dejaría a los pies de El Picón (2.079 msnm). Subida que pone a cada uno en su sitio. Por nuestra parte, fuimos haciéndola a un ritmo controlado, no solo por la dureza de la misma, sino también por la alta humedad de la zona (que luego podría pasar factura).

Tras el duro ascenso disfrutando de las espectaculares vistas, y contemplando los colosos picos calizos como el Jultayu (1.940 m.), la Piedra Lluenga (2.294 m.), Cuvicente (2.015 m.), la Torre de Los Cabritos (2.032 m.), la Robliza (2.246 m.) y Peña Blanca (2.194 m.), alcanzamos la cota más alta de la jornada a 1.929 msnm, desde la que nos pudimos hacer la foto obligatoria.

Bosque de la Farfada (4K & 1.100 mD-)

«A lo largo del camino el bosque se va abriendo mostrando unas vistas espectaculares del valle donde contemplamos la espectacularidad del terreno«

Y como todo lo que sube, baja, tomamos la Canal de Capozo por la que alcanzamos el bosque de la Farfada, por una bajada bastante técnica e inclinada. Enclave de gran valor natural en el que pudimos contemplar diferentes especies vegetales como robles, hayas o acebos.

Terminada la bajada, y tras un tramo llano, alcanzamos el avituallamiento en el mirador del Tombo, sitio altamente recomendable para visitar. Tras avituallarnos bien, tomamos dirección a Cordiñanes de Valdeón para ascender por la Vega de Llós y cimera del Frade.

Calor, calor y más calor

Durante este tramo, el calor apretaba bastante e íbamos soñando con agua. Tanto es así que a lo largo del recorrido de esta primera parte que era pasar por masas forestales densas, y prados/matorrales abiertos tuvimos que parar alguna vez cuando había sombra a tomar un respiro. Afortunadamente pudimos encontrar alguna fuente por el camino, como en el km 21 (tal y como anunciaron en la charla técnica)

Seguimos ascendiendo y, al llegar al refugio de cimera del Frade (1.698 msnm), nos encontramos con otra fuente que no esperábamos. Paramos a echar gasolina al cuerpo y continuamos la marcha hasta coronar, donde de nuevo las vistas espectaculares.

Refugio de Vegabaño

Desde aquí, 8 km de descenso hasta la meta. La primera parte del descenso hasta el refugio de Vegabaño. Tras avituallar, nos notamos con energía, así que decidimos apretar con cabeza (quedaban dos etapas todavía) por un terreno fácil y corrible. Además, puesto que discurría por zonas de sombra pudimos tomarnos un respiro del calor. Tras atravesar la localidad de Soto de Sajambre, continuamos hacia nuestro primer destino, Oseja de Sajambre, deseando hidratarnos, comer algo para reponer fuerza y descansar para la etapa siguiente.

Etapa 2 (20,6K & 1.684mD+). Valverde de la Sierra – Valverde de la Sierra (Montaña Palentina)

Salida

De nuevo nos ponemos en la línea de salida en una segunda jornada. Al igual que la etapa anterior, Pepe Yepes nos daría la salida de la que sería, sin duda, la etapa más salvaje de las tres, con ascensión al coloso del Pico Espigüete (2450 msm). Primer tramo rápido y corrible que, tras 6 kilómetros nos dejaría a los pies de este.

Pico Espigüete (2K & 800mD+)

Y al fin llegamos a nuestro deseado Pico Espigüete, una de las expectativas más altas de la prueba leonesa. Sí queremos destacar que durante la ascensión debemos extremar las precauciones pues más de un susto nos llevamos al ver piedras rodando de cotas altas a gran velocidad. De hecho, nos cayó una roca a escasos metros delante de nosotros. En nuestro caso realizamos la ascensión por la cara sur en zonas que en varias ocasiones era imprescindible usar nuestras manos para ascender, pues existen zonas de piedrecitas e incluso arena fina que si el terreno es muy seco puede resbalar y producirnos algún sustillo.

Tras coronar el collado del Espigüete a 2.450 msnm, llegábamos a la zona más deseada y esperada de la prueba, su cresta. Queremos recalcar que, a pesar de que el paso por la cresta es de roca que agarra muy bien (con el calzado adecuado, evidentemente), la verticalidad existente es más que notoria. Hay más de un paso de trepada con manos, algún salto y alguna zona de atravesar directamente la cresta sin poder hacer uso de manos. Si lo tuyo no son las alturas, la verticalidad y visualizar el vacío, desde luego esta zona no es la que más te recomendamos. Eso sí, si te gusta este tipo de terreno, probablemente sean de las vistas que mejor se te van a clavar en la retina de tus ojos (de por vida).

Arista Este del Espigüete (2K & 900mD-)

Tras el ascenso, llegamos a la arista este por la que descenderíamos (bien planteada esta bajada, pues hacer el recorrido a la inversa podría ser peligroso). En una palabra, la bajada es espectacular (no tenemos otro adjetivo). Eso sí, hay que extremar muy mucho las precauciones, pues hay algún paso que se te pone la piel de gallina jeje. Y como siempre, las vistas inmejorables. Por si fuera poco el descenso «complicadillo», comenzó a llover y, mejor aún, tormenta eléctrica. Momento en el que las caras de felicidad desaparecieron rotundamente de las caras de los corredores.

Altos de la Hoya de Martín Vaquero

Tras dejar atrás la parte más técnica de la carrera, nos tocaría una nueva subida. Eso sí nada técnica y mucho más rápida y corrible. Es cierto que se hace cómoda, pero el desgaste de la bajada en los cuádriceps era ya destacable.

Tras atravesar una zona de matorral bajo en sendas prácticamente cubiertas por la maleza, alcanzamos la segunda cota alta del día a 2.018 msnm. Seguidamente bajada por una zona de escobones por una senda prácticamente inexistente. A partir de esta bajada, alcanzamos un carril que nos llevaría directamente a Valverde de la Sierra, donde nos recibiría nuevamente Pepe Yepes con su alegría y felicidad contagiosa.

Etapa 3 (22,7K & 1.391mD+) – Salamón – Riaño (Montes Leoneses)

Salida

Y al fin llegamos a la tercera y última etapa. Donde estaría el colofón final del temido Gilbo. La salida muy rápida, pero a pesar del desgaste, sería la etapa que catapultaría a los primeros a configurar el podio final. Primer tramo muuuuy corrible por el que incluso pisaríamos el asfalto unos kilómetros.

Cueto Fierro (3K +450mD+)

Tras dejar atrás la zona de llaneo, llegamos a los pies de la primera subida de la jornada. Subida rápida y poco técnica hasta el último tramo que haría falta usar las manos en algún momento muy puntual. Sin mayor complicación en el ascenso, nos pusimos a bajar por una bajada técnica con barro, inclinación y ramas cruzando la senda, por la que había que prestar mucha atención para evitar tropiezos y resbalones.

Pico Gilbo (2,5K & 550 mD+)

Ahora sí, llegamos al Gilbo. Seguramente la panorámica más ídilica y esperada de la Riaño Trail Run. Esto es las vistas del embalse bajo tus pies. La subida es bastante cómoda, llevadera aunque dado el cansancio de tantos kilómetros acumulados el último tramo se puede hacer algo más de bola. Pero lo más destacable es llegar de nuevo a la cresta de este pico. Sin duda se te quita todo el dolor, sufrimiento, agujetas y cansancio acumulado. Como no podía ser menos, hicimos nuestra parada obligada a hacer fotos y a llenar nuestro álbum de fotos cerebral con esas imágenes inolvidables. Seguidamente bajada extremadamente técnica en la que hay que maximizar las precauciones y poner toda la atención que se pueda. El terreno está muy suelto por arena, con mucho zigzageo y mucha piedra suelta. Por si fuera poco, la inclinación es muy acusada, la senda es muy estrecha y la caída al vacío es más que destacable. Desde luego es una zona nada recomendable si sufres vértigo o mal de alturas. «La bajada impone mucho mucho».

¡META!

Unos kilómetros por asfalto atravesando el puente de Riaño y…..se acabó lo que se daba. Cruzamos la meta y allí teníamos de nuevo al único e inigualable Pepe Yepes, para darnos el broche final de la Riaño Trail Run.

Conclusiones Riaño Trail Run

Sin lugar a dudas es una de las carreras más imponentes, impresionantes, espectaculares, salvajes y divertidas que habrán en España. Si hubieran dos palabras con las que tildar a esta prueba sería «salvajemente espectacular». La prueba más que una carrera de trail running/carrera de montaña se podría describir como de montañismo rápido (speed mountain). Se atraviesan zonas de aristas, crestas, bajadas muy técnicas y paisajes indescriptibles. En cuanto a su tecnicidad, es cierto que hay varias zonas de muy alta tecnicidad (cresta y bajada del Espigüete y bajada del Gilbo), pero también hay que destacar que salvo estos puntos el resto del recorrido es sumamente corrible y nada técnico, ya que discurre por sendas fáciles, pistas y carriles limpios e incluso tramos de asfalto en la tercera etapa. Sí es cierto que si sufres de vértigo o mal de alturas lo pasarás bastante regular en los pasos más verticales de la carrera.

Como aspectos positivos destacar el enorme trabajo logístico de la organización, las comidas que son sin lugar a duda uno de los mejores puntos de la prueba, tanto por la variedad de productos, cantidad y calidad (muy pensando en los requerimientos nutricionales de los participantes). El camping ha sido una de las cosas que más nos ha gustado, socializas rápidamente con gente tan friki como tú, los baños están cerca y hay una fuente muy cerca del camping. En cuanto a desplazamientos, son más que correctos y en la meta hay autobuses lanzaderas con bastante frecuencia para volver al camping. Por último, destacar el gran balizaje de la carrera y con banderolas en zonas de alta montaña, cuidando el medio ambiente.

Puntos negativos los baños que, a pesar de estar cerca, apenas habían dos para hombres (el tercero no estaba operativo), el camping está al lado del embalse y la humedad es muy alta (aunque este aspecto es difícilmente mejorable), apenas existe un único punto de carga de móviles/relojes y las colas de la carpa de las comidas fueron muy lentas (podríamos llegar a estar cerca de 10-15′) esperando a ser atendidos. También añadiríamos un servicio de fisioterapia al finalizar las etapas (aunque no vaya incluido en el precio de la la inscripción).

Agradecimientos

Despedir estas líneas, como siempre, agradeciendo a todos los voluntarios, organización por su enormísimo trabajo. También agradecer a empresas y marcas que han permitido que la prueba salga adelante.

«Riaño Trail Run. Salvajemente espectacular«

¡¡NO SEREMOS LOS MEJORES, PERO ENTRE TODOS SOMOS LOS MÁS MOLONES!!

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