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Trail Running España

Ultra Pirineu (2018)

30/09/2018
Ultra Pirineu 2018

Israel Marassa nos cuenta como vió durante diez años los toros desde la barrera, hasta que este año decidió por primera vez correr su soñada Ultra Pirineu con 110 km y 6,800 m+. La carrera se disputó el 29 de septiembre de 2018

Son las 6:00 en el Ultra Pirineu

Israel Marassa ultrapirineu photocall
Israel Marassa Ultra pirineu photocall

Me encuentro en la plaza de Bagà junto a otros 1,000 corredores dispuestos a afrontar un sueño y a la vez un reto, terminar el Ultra Pirineu. De repente empieza a sonar la canción del “Último Mohicano”, miro mis brazos y tengo el vello de punta. Vuelvo a mirar un poco más lejos y veo a mi colega Acuña, que junto a Tamara, Candela y Alicia me harán la asistencia.

En la salida, los primeros metros vamos andando debido a la aglomeración de corredores, por lo que aprovecho para disfrutar de un pueblo tan bonito. Poco a poco empieza la subida hacia el primer refugio, El Rebost. Se trata de un tramo de 7,6 km y 1,000 metros de desnivel positivo. Pronto me doy cuenta que me he colocado muy atrás en la salida y que durante este tramo los atascos serán constantes lo que hace que mis nervios empiecen a aflorar.

Continuo subiendo en dirección al punto más alto de la carrera

El Refugio“Niu de l´Aguila” 2,537 metros, serán 6 km con 930 m+. Durante este tramo se me hace de día, las sensaciones son buenas y me noto ligero a la hora de correr pero mi cabeza ha entrado en bucle y no para de pensar en el tapón de gente que he encontrado en el camino. Llego al “Nido del Águila” y rápidamente busco con mi mirada a Alicia y no la veo, me preocupo un poco, luego me entero que llegarían a los diez minutos de mi marcha. Miro el reloj y llevo unos 15 minutos de retraso sobre el tiempo que me había marcado. Hago un avituallamiento exprés e inicio el descenso que al principio será técnico con mucha piedra suelta pero muy bonito, desde el cual puedo divisar toda la Cerdanya. Continuo el descenso y ahora toca cruzar un bosque.

Me encuentro inmerso en un grupo de cuatro corredores, solicito adelantarles pero no me responden e intento pasarlos por la derecha y en ese momento tropiezo con unas raíces ocultas entre la hojarasca y caigo de bruces, me levanto rápidamente, veo que me he dado un golpe en la rodilla y tengo una pequeña herida. Continuo corriendo, voy un poco dolorido, el golpe en la rodilla y en la cadera apenas me permite correr pero aún así sigo bajando. Miro el reloj y sigo perdiendo tiempo, mi cabeza empieza nuevamente a pensar en negativo y comienzan a aparecer los fantasmas de una retirada.

Salida Ultra Pirineu 2018
Salida Ultra Pirineu 2018

A lo lejos empiezo a escuchar voces

Estoy llegando al avituallamiento del Serrat, para llegar a este punto tenemos que superar una gran cuesta de hierba con gente a los lados animándote al estilo Tour de Francia. Entre esa gente se encuentra mi colega Acuña que me empieza a gritar “vamos vamos, vas muy bien” y me acompaña corriendo a mi lado hasta el avituallamiento.

Allí veo a Tamara y me anima diciéndome que esté tranquilo que todo el mundo ha pillado atasco. Me acerco a Alicia y le digo que me he caído y que me duele y estoy muy descentrado, me mira y me dice “eso no es nada, vamos hasta el km 40 tu puedes” y en ese momento Candela me grita, “vamos papi”, con este equipo y esos ánimos no me queda más remedio que salir a darlo todo.

Durante los siguientes km recupero sensaciones al igual que recorto tiempo al reloj y sin darme cuenta llego al km 40. A 500 metros del pabellón de Bellver empiezo a oír al “speaker” y de repente veo a Tamara, Acuña y Candela que salen a recibirme y me empiezan a dar ánimos.

Subiendo Ultra Pirineu 2018
Subiendo Ultra Pirineu 2018

Entro en el pabellón donde me espera Alicia.

Sigo de bajón y con los fantasmas de la retirada en mi cabeza. No paro de quejarme y en ese momento Alicia me dice que me siente a comer y me grita “ joder disfruta, sal a correr y sobretodo disfruta de tu montaña” salgo del pabellón y nuevamente me reciben Acuña, Tamara y la niña, animándome hasta el punto de emocionarme.

Salgo corriendo sin que me vean, me seco las lágrimas, me han llegado al alma y voy a terminar por ellos, son la hostia!! han venido hasta aquí solo para ayudarme.

A partir de aquí cambiaría el chip de la carrera y se que voy a terminar si o si. Empieza un tramo durísimo con unos 10 km y 700 m + , es un tramo pesado porque arranca con dos km en llano y después más de 5km de subida sin ningún descanso. Llego al refugio de Cortals, como algo rápido y salgo rápido para afrontar el siguiente tramo que son 11 km y 900 m+, son tramos largos con un perfil rompe piernas. Estos km van transcurriendo sin darme cuenta, los ánimos de mis amigos retumban en mi cabeza y me hacen volar.

Ya estoy en Prats Aguiló.

Donde nos hacen una revisión de material obligatorio. El cielo está muy oscuro, amenaza lluvia y hace frío. Me pongo la chaqueta de gore y no pierdo más tiempo y empiezo a correr hacia el Pas dels Gosolans, se trata de un tramo donde un poco más de 2 km se ascienden 400 m para coronar el segundo punto más alto de la carrera a 2,400 metros. Durante el ascenso vuelven las dudas a mi cabeza, el frío y una profunda niebla me hacen dudar de si seguir o no.

Con la family en Ultra Pirineu 2018
Con la family en Ultra Pirineu 2018

En la cima saco el frontal, todavía no la necesito pero quiero estar preparado e inicio el descenso hacia Gossol. Esta parte la conozco, es preciosa pero con esta densa niebla no me deja ver a más de dos metros de distancia. Tras diez km de descenso envuelto en niebla llego al km 74, Gossol, donde está la segunda base de vida y será la última vez que vea a “mi equipo”. En una especie de pabellón me espera Alicia y Candela para darme el último empujón, preparamos las frontales y Alicia me vuelve a repetir que disfrute mucho, que ya la tengo. Candela me da un besazo, madre mía esta niña va a ser una dura montañera, con el frío que hace y tras unas quince horas sigue al pie del cañon dándome ánimos. Salgo y me despido de Acuña y Tamara.

Es noche cerrada y voy solo.

A lo lejos veo un grupo de tres corredores e intento cogerlos, van a un ritmo muy fuerte pero aún así consigo aguantarlo, me llevan con la lengua fuera. Tras varios km decido dejarles marchar e ir a mi ritmo. Sigo con mi paranoia de la noche, no se ve nada y voy adelantando corredores buscando una buena rueda con la que hacer juntos el resto de la carrera. Este tramo son 9 km y 500 m+ y por fin llegamos al refugio Luis Estasen que debido a la niebla no lo veo hasta que estoy en el.

Merecida medalla

Paro unos segundos y empiezo la bajada que la conozco de hace años, pero aún así será una tortura debido al barro, lluvia y niebla, lo que me hace bajar muy despacio.

Por fin llego a Gresolet, parada rápida y seguimos la marcha

En el tramo de camino a Vents encuentro a un chico de Madrid y nos ponemos a hablar, vamos a un ritmo parecido, así que decidimos continuar juntos dándonos relevos. Mi compañero va más fuerte y en algunas subidas me cuesta seguir su ritmo. Sin darnos cuenta llegamos a Vents, parada rápida y seguimos en dirección a Sant Jordi.

Durante este tramo nos tocarán 4 km de subida con 650 m +, llamados los Empedrats, un camino en subida de piedras que va cruzando constantemente un río cargado de agua. Para mi esta parte junto con el Pas de Gosolans son los más bonitos de la carrera.

Llegamos a Sant Jordi, último avituallamiento, no me lo creo pero estoy a solo 12 km de meta, pero aún nos quedará un último regalo en forma de subida con 200m + pero la emoción hará que los subamos sin darnos cuenta.

Ahora si, solo 8 km de descenso, la mayoría por pista para el final.

Durante estos km no paro de pensar en Alicia que nuevamente me ha llevado hasta meta, sabe como exprimirme en cada momento para conseguir que no abandone, es maravillosa y junto a Candela me dan una fuerza brutal…y por fin Bagà, empiezo a callejear por el pueblo. Todavía es de noche y de repente veo la meta con su alfombra verde pero unos metros antes están Tamara y Acuña que empiezan a gritarme y junto a ellos recorro los últimos metros que me quedan hasta la meta. Emocionado me fundo en un abrazo con ellos, sin ellos nada de ésto hubiera sido posible.

Esta carrera no la he corrido solo, hemos sido 5.

Por cierto, ULTRA PIRINEU, volveré…

¡¡NO SEREMOS LOS MEJORES, PERO ENTRE TODOS SOMOS LOS MÁS MOLONES!!

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