Ander Villanueva (@anvifitness) se pone de nuevo en contacto con nosotros para contarnos otra lesión En esta entrada le toca el turno a la muy odiada tendinitis aquilea, muy frecuente en el corredor de montaña.
Zona
Como ya vimos, el propio nombre indica que se trata de una tendinitis; es decir, una inflamación del tendón. En este caso hablamos del tendón de Aquiles que une los músculos de la pantorrilla (gemelos y soleos) con el pie (hueso calcáneo).
Causa tendinitis aquilea
No hay una sola causa, pero podemos distinguir un alto volumen de entrenamiento, carecer de flexibilidad en gemelos y soleos, un traumatismo o golpe utilizar un calzado inadecuado, correr por superficies duras o realizar un alto número de saltos.
Síntomas
El síntoma más claro al correr o tras realizar actividad es una molestia o dolor en la parte posterior del tobillo. Además, se puede dar un pequeño crujido al mover el tobillo o una hinchazón acompañada de dolor al palpar la zona.
Tratamiento
Hay muchos tratamientos una vez se da la lesión, pero como siempre digo, lo interesante es no llegar nunca a este punto. Podemos encontrar:
- Realizar reposo en la fase aguda (48-72 horas) de la lesión.
- Aplicar hielo sobre la zona una vez realizada la práctica para aliviar el dolor y rebajar la inflamación.
- Cambiar la carrera durante un tiempo por actividades con menor impacto como la bicicleta o elíptica, pero nunca introduciendo grandes resistencias.
- Realizar una rutina de estiramientos de dichos músculos.
- Durante la fase aguda, realizar ejercicios isométricos, mientras que una vez pasada esta fase, ejercicios excéntricos para fortalecer el tendón.
- Como última solución y en casos graves, una cirugía.
Prevención tendinitis aquilea
Entre las pautas podemos encontrar:
- Fortalecimiento muscular de la musculatura implicada; es decir de gemelos y soleos.
- Realizar una rutina de estiramientos de dichos músculos.
- Evitar superficies duras como el asfalto a la hora de correr.
- Incrementar gradualmente la carga de entrenamiento.