Maite Rojo entrenadora de Nomads Sports y corredora de ultradistancia nos escribe de nuevo para explicarnos qué es la recuperación activa o descanso activo, cuándo debemos incorporarla en nuestro planning deportivo y cuáles son las ventajas con respecto al descanso total o pasivo. Toma nota.

¿En qué consiste la recuperación activa o descanso activo?

La recuperación activa consiste generalmente en la realización de ejercicios aeróbicos, utilizando diferentes medios. Esto incluye un ejercicios de baja intensidad que aumentan el flujo sanguíneo a los músculos, ayudándolos a recuperar mejor y más rápido.

Como cualquier movimiento corporal, favorece la liberación de endorfinas, lo cual ayuda a reducir el dolor muscular posterior al esfuerzo, descongestiona los músculos, los relaja y contribuye a su funcionalidad posterior, al mismo tiempo que reduce el riesgo de lesiones a la larga.

¿Qué tipo de ejercicios podemos realizar?

Podemos realizar un paseo o un trote suave. Uno de los beneficios más importantes que tiene caminar es la activación del flujo sanguíneo, como ya hemos comentado. Otra alternativa es realizar algo de ejercicio aeróbico en una bicicleta estática o elíptica.

También podemos hacer ejercicios de acondicionamiento físico (pilates, yoga, trabajo de core, propiocepción, técnica de carrera) o incluso algún entrenamiento cruzado con otro tipo de actividad física (igualmente a baja intensidad), como por ejemplo un paseo en bicicleta, escalada o incluso trabajar el tren superior (que por lo general es el gran olvidado y de gran importancia).